30 de marzo de 2011
Tras ir a los contadores y hacer el tipico
"contador arriba, contador abajo, contador arriba", vi en definitiva que
la luz no iba a volver, y aún no había estudiado para el exámen, así
que recogí los libros, y los puse en mi querida mochila psicodélica;
dirigiéndome a la biblioteca mas cercana. Eran ya como las 8 de la
tarde, y mi culo empezaba a adquirir la forma del asiento de la
biblioteca, además se acercó la bibliotecaria para decirme que cerrarían
en breve.
Así que viendo que no iba a tener un lugar
donde estudiar, ni iba a volver la luz al piso (y por ende tampoco
tendría cena) decidí hacer una pequeña incursión hacia el centro de
Madrid buscando un lugar donde sirvieran buen condumio (preferiblemente
en cantidad mas que calidad, aunque tampoco voy a negar a estas alturas
que a veces peco de sibarita). como a las 22 horas muy pasadas entré
allí (el sitio elegido era tras una exhaustiva búsqueda un buffet
oriental asiático en el que había estado con algunos compañeros de la
carrera, hacia relativamente pocos meses) , un hostess chino de gran
altura, me saludó con una amplia sonrisa y preguntó, "si la señorita
cenaría sola" obviando el posible recochineo que había en sus palabras, y
como si no hubiese oido nada dije simplemente "mesa para uno".
La
verdad que al entrar al establecimiento entendí un poco el por que lo
preguntaba, pues ese restaurante en pleno miércoles era todo un cúmulo
de tortolitos y familias felices. sin compadecerme demasiado me fijé en
un pintoresco grupo que estaba arrepantigado en lo que parecía la
sobremesa, de quien ha ido a un buffet libre por la tarde, y ha pasado
ahí dentro todo el día. eran tres chicos de estilos muy distintos, que
hablaban de vez en cuando quizás demasiado alto; pero lo que
verdaderamente llamaba la atención era que uno de ellos estaba con el
cuaderno, escribiendo en la mesa.
Sin prestar demasiada
atención y tras asegurar (y anudar) mi mochila a la silla cogí el
plato, y me dirigí a las fuentes a ver que pillaba, no se por qué razón
me pitaban los oídos, mientras servía una generosa cantidad de lechuga y
verdurejas varias, pero el caso es que cuando había terminado de
aliñarlas se produjo uno de esos silencios en los que es como si todo el
mundo se coordinase por unos segundos para estar callados; y gracias a
este fenómeno oí claramente desde la mesa de los chicos "Tu, otra
vegetariana, el virus se extiende"
ante tal afirmación, que la
verdad fuera de contexto, me enervó ligeramente; fui hacia el pollo
rebozado y coroné mi montaña de ensalada con tan digno manjar.
Seguía
sin mirar a la mesa de los chicos, mas por orgullo que por enfado tras
lo acontecido, y mientras volvía, oí salir de su "base" un "creo que te
ha oido, no mas"; seguido de un "pues me toca los cojones, gary vale?" y
una serie de punzantes risotadas. llevaba ya la mitad de mi plato,
cuando detrás de mi (y ya me imaginaba en que mesa sin tener siquiera
que darme la vuelta) oi gritos medio de risa, medio de alarma, por lo
visto esos 3 se habían puesto a quemar papel en medio del restaurante...
pero bueno... continúe mis cavilaciones acerca de la financiación del
piso en el que estaba viviendo, apuré el agua de la copa, y serví otra,
era curioso pero estaba todo mas silencioso por alguna extraña razón;
como diría Lenny "justo como ocurre antes de un combate de pesos
pesados". y cuando estaba a punto de levantarme para rellenar el plato,
uno de esos 3 chicos estaba ahí a mi izquierda; lo siguiente ocurrió en
pocos segundos, pero la verdad lo recuerdo como en cámara lenta, el
chico ese tenía los ojos verdes, aunque algo oscuros lo que hacía
sospechar de la veracidad de su pigmentación,el pelo largo, una barba
algo descuidada, para lo corta que era y una altura considerable al
menos desde la vista desde esta humilde servidora, llevaba también unos
pantalones militares, una chaqueta de cuero, y lo que me pareció una
camiseta de Obama haciendo de rapero estereotípico.
Le
miré de reojo, pues ya nos habíamos mirado ligeramente antes cuando fui a
rellenar el plato por primera vez, y de hecho juraría que fue el mismo
el que dijo ese comentario tan desconsiderado por haber cogido solo
lechuga... me quedé muy quieta y sin cambiar la expresión de la cara,
(algo así como esa escena de Amelie donde mientras ella está sentada se
le acerca Nino ataviado con un traje de esqueleto)
en
cualquier caso viendo que no me movía y en pos de terminar con la
incómoda situación sacó una flor de papel y dijo "ten" dejé de mirarlo
de reojo y miré al frente entonces, el dejó la flor al lado mío y salió
corriendo, por lo visto a pagar la cuenta (?).
La
verdad que para ser algo hecho con servilletas era un detalle muy
bonito, aunque olía a cenizas, por lo visto el mini-incendio que había
habido hace un rato tenía su origen en esta manualidad; me comí la
cabeza bastante tiempo, quería darle un pin que tenía de muchachadanui a
cambio, pero cuando me armé de valor pude comprobar que se habían ido.
Volviendo
a la autocompasión llené de nuevo mi plato e intenté como buenamente
pude olvidarme del tema. entonces reparé en un pequeño detalle, y es que
la flor-servilleta que me habían entregado, a modo de papiro llevaba
enrollado un comunicado que decía así: "V***** 6********"
30 de Marzo de 2035
Mis
hijos me miran con el ceño fruncido hasta que la pequeña no aguanta más
y lo dice "Mamá pero Papá no se llama así", sonrío y respondo, "Es que
el no es vuestro padre" mi otro hijo dice "Joé pues centrate y no nos
chuleés!" levantando la mano: "Niño!! cuida tu lengua o te meto una
azotaina".
"Es una historia interesante en muchos aspectos, pero
viendo vuestro interes prefiero que os vayais a jugar con la Microsoft
Playstation 10, y dejeis a vuestra madre leer tranquilamente"
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